El humo del tabaco no solo compromete la salud del fumador, sino también la de las personas cercanas. Una responsabilidad de la que tienen que ser aún más conscientes, si cabe, las mujeres embarazadas. Y es que ya se sabe que el consumo del tabaco durante la gestación provoca daños a largo plazo en la salud de los futuros bebés.
Cada paciente necesita un protocolo y tratamiento diferente. En fertilidad, tenemos que avanzar hacia una medicina de precisión más personalizada y no aplicar uno estándar para todos ellos.Con esta respuesta, iniciamos la entrevista realizada a Jan Kirsten, vicepresidente senior y responsable global de la Unidad de Fertilidad de Merck.
Se estima que en la actualidad más del 15% de las parejas presenta algún problema de fertilidad que impide o dificulta la concepción por vía natural y, según los últimos datos, este porcentaje va en aumento. Tras estas dificultades para concebir se encuentran diversos factores como «el retraso en la edad de la maternidad, la contaminación ambiental, el sedentarismo, el consumo de sustancias tóxicas como el tabaco, el sobrepeso y la disminución en la calidad seminal contrastada en los últimos años», señala Javier Díaz, jefe del Instituto de Reproducción Asistida Quirónsalud Valencia.