Los nuevos modelos de familia desprenden que alrededor de un 80% de las mujeres que deciden por la congelación de óvulos, es debido por la ausencia de pareja, mientras que el 25% que es debido a razones profesionales y un 15% a motivos económicos.
Según la doctora Laura de la Fuente, perteneciente a la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), la tecnología utilizada hoy en día para preservar la fertilidad femenina, vitrificación ovocitaria, tiene «fiabilidad suficiente» para poder conservar el gameto femenino por tiempo indefinido, sin que pierda calidad.
«Esto permitiría demorar la maternidad y poder planificarla en función de los intereses particulares de la mujer, lo cual no está exento de los riesgos que conlleva una maternidad tardía».
La vitrificación de óvulos ha aumentado alrededor de un 30% en los últimos años según datos de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), dato que sirve para confirmar la tendencia en las mujeres en posponer de forma voluntaria la edad de tener su primer hijo.
A medida que la edad de la mujer aumenta, se produce una disminución del número y de la calidad de los ovocitos. Es necesaria una preservación de la fertilidad de carácter social para que las mujeres entre 28-35 años que deseen voluntariamente retrasar su maternidad tengan la opción de ser madres en un futuro con su propia carga genética.
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